Asesinaron a Mónica Spear, una venezolana orgullo de esta tierra, una que se ocupaba de hacer sentir orgullosos a todos los latinoamericanos... Con la bella y talentosa Mónica de Venezuela, mataron a su esposo, y a la infancia de su hija de 5 años (quien también herida de bala, vio cómo mataron a sus padres, y los veló hasta que las autoridades la auxiliaron)... Paz para Mónica y esposo... Y que Dios le dé consuelo a la niña sobreviviente.
Esta es la realidad de Venezuela. Esto es lo que nos obliga a sentarnos a dialogar. ¿Qué parte no han entendido en el gobierno y en la oposición?...
La oposición que yo represento, es una positiva y aguerrida que jamás se rinde. Una que el 8D intentó con todas sus fuerzas, arrasar en todas las principales capitales del país. De manera que nadie ¡Ningún opositor!, puede venir a decir que hemos actuado con la fiereza que nos correspondía... Lo hicimos, pero no pudimos aplastar al rival.
En el oficialismo también intentaron aplastar a la oposición, con toda la saña y ventajismo habituales. Incluso, esta vez lo intentaron con el control total de los medios televisivos, y aun así, no pudieron desaparecer al rival.
El 8D ocurrió un choque de trenes, y aunque cada parte intente acreditarse la victoria, no hubo un ganador global. ¡Esa es la sencilla realidad!
La lectura de los resultados del 8D, solo nos demuestra la imposibilidad de las partes de aplastarse mutuamente. Y nos revela un equilibrio de fuerzas, que genera desesperación en los sectores más ansiosos del oficialismo y la oposición.
Hay oficialistas desesperados que quisieran patear las formas, para imponer a la fuerza un sistema totalitario Castro-fascista. Pero los oficialistas conscientes de la realidad, saben que si intentaran patear la mesa de las formas, se encontrarían con una oposición aguerrida que (con toda la verdad de su lado) desataría una verdadera guerra de resistencia contra el fascismo.
Hay opositores desesperados que quisieran que "se prendiera el feo de una vez". Quisieran que la MUD llamara a la calle, acampando en plazas, hasta que el gobierno se caiga. Pero los opositores conscientes de la realidad, saben que si se diera ese paso, enfrentaríamos a fuerzas oficialistas a las que les importaría un zipote la protesta pacífica, y que no dudaría en incendiar el país hasta sus raíces, para que de sus cenizas no surja un gobierno que les reclame por sus pecados.
Nos guste o no, no hay posibilidad de victoria total de alguna de las partes, sin que la patria pague un alto precio de sangre, odio, y división que durarían décadas y generaciones.
Esa es la realidad para los 2 grandes bandos políticos de Venezuela. Dos partes que no son todo el país, ni juntándose, pues hay un gran grupo que se niega a quemar naves por algunas de las 2 grandes partes.
Ni los oficialistas ni los opositores somos el todo, ni nuestros intereses opuestos lo son. El 8D, el pueblo que nos pidió actuar con sabiduría, y ante la imposibilidad de un ganador definitivo, nos exige que dialoguemos. Porque es más inteligente parar la eterna pelea, para resolver los problemas del verdadero todo que es el país, en vez de pelear y pelear entre nos, mientras la república se hunde en problemas como la inseguridad.
En cierta forma... Yo maté a Mónica Spear... De alguna forma, por acción u omisión, por mi incapacidad para cambiar la realidad de mi patria, yo también soy responsable de la muerte de Mónica y su esposo. Yo soy coautor de los demonios que dispararon contra ellos. Yo también soy coautor de esa violencia. ¿Y Uds.?
¿Cuántos de ustedes llaman a otros venezolanos: escuacas, chaburros, escuálidos, chabestias, gusanos, o basura? ¿No es eso violencia? ¿Cuántos están furiosos porque la oposición se reunió con Maduro? ¿Cuántos de Uds., ahora detestan a Capriles, porque no nos ha llevado a una guerra total? ¿Cuántos de ustedes no prefieren que Caracas se convierta en una versión tropical de la ciudad Siria de Homs, antes de que se consolide un diálogo con el oficialismo?...
En fin, la lucha continúa, pero con inteligencia. Luchamos por salvar a toda Venezuela, no para ver quién se queda con sus cenizas... Por eso, la oposición se ha sentado a dialogar con el gobierno: Para resolver los problemas de inseguridad, crisis económica, desempleo, exclusión, etc... No para hablar gamelote ideológico (de socialismo o capitalismo), porque los problemas del país no son ideológicos.
Y por amor a Dios, ¡tengamos un poco de fe!... Los políticos somos el principal problema del país, por nuestra incapacidad para poner a un lado nuestras diferencias. ¡Vamos a cambiar eso por el bien del país!... La oposición tiene claro su deber. Y el gobierno sabe que si no logra sumar a la oposición y resto del país, a la generación de las soluciones que exige el pueblo, estará condenándose a su propia destrucción.
Vamos a colaborar con el esfuerzo del diálogo nacional. Se lo debemos a Mónica, y a los miles de anónimos que diariamente caen víctimas de la inseguridad.
1 comentarios:
Muy interesantes tus planteamientos, además que veo los "ejercitas" todos los días con el activismo político en los barrios. Mi reconocimiento y admiración por ello. Sólo tengo una duda, y es que entendiendo que las discusiones ideológicas puedan ser abstracciones alejadas de los problemas de la gente; pero, ¿no consideras que puede ser importante que las personas asuman el tema de la lucha por la libertad como parte o lo principal a sus problemas? Y si fuese así ¿cómo transmitir eso? Aunque ideológicamente podemos estar en desacuerdo (aunque opositor, te reclamas de izquierda; yo, opositor, simplemente creo en la libertad y la propiedad privada), podríamos tal vez estar de acuerdo en que una vida mejor y un país que funcione significa luchar por la libertad, y eso es lo que más cuesta entender. La libertad de elegir qué comprar, dónde comprarlo; la libertad de poseer tu vivienda o tu negocio. No basta tener elecciones (viciadas, por lo demás) para que haya libertad. Éxitos,
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