"Que no les confunda la imagen, esta nota sobre la defensora del pueblo no se refiere a una investigación sobre la muerte del estudiante merideño asesinado por el personaje de la foto y otros vándalos oficialistas… La defensora esta celebrando... otros asuntos."
El día de hoy, la defensora del Pueblo Gabriela Ramírez, ha afirmado que “la comisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que visitó recientemente el país para evaluar la situación de los derechos humanos (DDHH), no garantiza imparcialidad en sus acciones”. Tal declaración viniendo de esta decorativa funcionaria publica, es sencillamente cínica.
Esta Defensora del Pueblo que solo defiende al gobierno y sus partidarios, ha elegido para burlase de la inteligencia de los venezolanos, nada mas y nada menos que, el 61 aniversario de la Declaración Universal de los DDHH y la conmemoración de los 10 años de la creación de ese inoperante poder publico mal llamado “la Defensoría del Pueblo”.
Como digna heredera de su ignominioso antecesor Amundarain (conocido en sus tiempos como el defensor del puesto, por haberse dedicado durante su gestión como defensor, a la adulancia y alcahueteo del gobierno), Ramírez se refirió brevemente a los estudiantes universitarios que estaban en huelga de hambre frente a la OEA, diciendo que estos no defendían a los campesinos que estaban en “una situación palpable”... Y dicho esto luego enumero los “logros” de su gestión… ¡Si no se rían! La defensoría del pueblo aparentemente tiene gestión, logros, y ha palpado lo de los campesinos.
Pero lo que no palpa la defensora del pueblo, es la protesta popular. Porque como "defensora del puesto", y siguiendo los criterios de exclusión social que ha impuesto como política de estado el gobierno nacional, todo aquel que protesta contra el sistema, deja de ser pueblo…
En esa triste óptica, los presos políticos son políticos presos, los buhoneros protestando son paramilitares, los estudiantes críticos son hijos de papi y mami... Bla, bla, bla… ¿para que enumerar la grosera lista de situaciones palpables que a la defensora no le da la gana palpar?...
Es evidentemente que a la defensora no le da la gana palpar estas situaciones, porque para defender al pueblo de los abusos del gobierno se requiere ser imparcial, tener moral aprueba de presiones, y una autonomía que evidentemente no existe en los pasillos de la defensoría. Si la defensora palpa mi comentario, notara que es duro, pero cierto.
Esta Defensora del Pueblo que solo defiende al gobierno y sus partidarios, ha elegido para burlase de la inteligencia de los venezolanos, nada mas y nada menos que, el 61 aniversario de la Declaración Universal de los DDHH y la conmemoración de los 10 años de la creación de ese inoperante poder publico mal llamado “la Defensoría del Pueblo”.
Como digna heredera de su ignominioso antecesor Amundarain (conocido en sus tiempos como el defensor del puesto, por haberse dedicado durante su gestión como defensor, a la adulancia y alcahueteo del gobierno), Ramírez se refirió brevemente a los estudiantes universitarios que estaban en huelga de hambre frente a la OEA, diciendo que estos no defendían a los campesinos que estaban en “una situación palpable”... Y dicho esto luego enumero los “logros” de su gestión… ¡Si no se rían! La defensoría del pueblo aparentemente tiene gestión, logros, y ha palpado lo de los campesinos.
Pero lo que no palpa la defensora del pueblo, es la protesta popular. Porque como "defensora del puesto", y siguiendo los criterios de exclusión social que ha impuesto como política de estado el gobierno nacional, todo aquel que protesta contra el sistema, deja de ser pueblo…
En esa triste óptica, los presos políticos son políticos presos, los buhoneros protestando son paramilitares, los estudiantes críticos son hijos de papi y mami... Bla, bla, bla… ¿para que enumerar la grosera lista de situaciones palpables que a la defensora no le da la gana palpar?...
Es evidentemente que a la defensora no le da la gana palpar estas situaciones, porque para defender al pueblo de los abusos del gobierno se requiere ser imparcial, tener moral aprueba de presiones, y una autonomía que evidentemente no existe en los pasillos de la defensoría. Si la defensora palpa mi comentario, notara que es duro, pero cierto.
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