A juicio del dirigente popular en Catia, si se quiere llevar un mensaje al barrio "debe hacerse a través de los líderes locales". Asegura que en el último mes se ha abierto "un abismo" entre la manera en que se hace oposición en el barrio y en las urbanizaciones de Caracas.
"El Gobierno pretende que se proteste sin molestar", dijo (Adolfo Acosta) |
El dirigente popular de Catia, Saverio Vivas, integrante de Primero Justicia, observa fallas discursivas en la protesta que se hace en las urbanizaciones del este de Caracas que asegura, no están en sintonía con las protestas de las zonas populares, "que existen, tienen contenido social, pero son contrarrestadas por la amenaza de grupos armados".
Vivas llama a la alta dirigencia opositora a depositar en los líderes locales la confianza para hacer el trabajo político en los barrios. Señala que son "los más capaces de abrir los oídos" de sus vecinos chavistas descontentos con las políticas del Gobierno, porque, dice, al final de cuentas la lucha es por conquistarlos a ellos: "Somos realmente los que tenemos el acceso a la llave que va a marcar la diferencia en la lucha política en este país".
Para el dirigente local "hay gente en la oposición que no se da cuenta que en su indignación y molestia terminan asustando a los demás. La oposición seguirá siendo de la oposición, hay que hablarle a los oficialistas que no están de acuerdo con lo que está pasando, es una lucha a largo plazo y eso se tiene que entender."
-¿Por qué a la dirigencia de la oposición le ha costado tanto entrar y llegar a las zonas populares?
- Una de las razones por las que hay dificultad para que la oposición se consolide en el barrio es una cuestión de metodología. Si queremos llegar al barrio debe hacerse a través de los líderes locales. Es como en los deportes, siempre el local va a tener mayor aceptación que el que viene de afuera. Esa es una llave que la oposición no ha sabido manejar bien. La alta dirigencia opositora tiene que aliarse y conectarse con las dirigencias de las localidades porque la mitad del trabajo está hecho. La ventaja que tenemos los líderes locales es que el vecino sabe quien es su vecino y lo conoce de años. Es muy diferente que el vocero, el que habla del país, sea el vecino, a que se le hable desde, por ejemplo, el ángulo de Leopoldo López, a quien reconozco porque junto con Capriles han sido unos de los pocos dirigentes que se han metido hasta el último huequito. Sin embargo, pueden ayudar pero no llevar la bandera en esos lugares.
Quiero dejar claro que mi paso para entrar en la política fue inspirado por Leopoldo López, le tengo aprecio a María Corina Machado... pero eso no quiere decir que lo voy a eximir de críticas al igual como puedo criticar a Capriles. Pero con respecto a la vocería de ellos dos en Catia tengo serias reservas. El mensaje de ellos es muy acertado: necesitamos cambiar, y su planteamiento es válido, pero no son las personas más idóneas para llevar ese mensaje en las zonas populares.
-¿Cómo se puede hacer oposición en Catia? ¿Se hace?
- Sí, pero en el último mes se ha abierto una especie de abismo entre la manera en que se hace oposición en el barrio y en el este de Caracas.
-¿Por qué?¿No son los mismos problemas? La inseguridad, la escasez...
- Existe una diferencia de criterio entre la prioridad de la protesta. Desde el punto de vista del barrio la protesta debe llevar una voz de contenido social. Allá se protesta por el problema de la falta de gas, el problema de la delincuencia, de la falta de agua, del transporte, la escasez... y la gente del este dice ‘pero un momento, nosotros también sufrimos la escasez . Sí, pero se tiene que entender que nos guste o no más de 70% de la población venezolana vive en sectores rurales o populares. Entonces esa voz de contenido social debe escucharse, nos damos cuenta de que los "yeikers" (en referencia a Yeiker Guerra), como el joven de Petare, son unas rarezas, porque resulta que dentro de la oposición la vocería de la gente de los barrios es muy pequeña. En la medida en que la oposición se quite ese sesgo y permita a sectores populares ser realmente la voz de la oposición las cosas van a cambiar.
-¿Qué opina de los cierres de vía como protesta?
- Yo siento que la oposición que hace la gente en los barrios es mucho más madura que la que hace la oposición en el este de Caracas porque la gente de Gramoven no se va a autoencerrar para no salir, para no poder ir para el trabajo. Yo veo en Santa Fe, por ejemplo, una tranca aquí otra más allá. ¿A quién estás trancando en Santa Fe? No estás trancando a ninguna institución gubernamental, estás trancando a los mismos vecinos. Entonces ahí viene una reflexión que hace la gente del barrio: si queremos hacer una crítica al Gobierno no es encerrándonos en el barrio, más bien saliendo del barrio, me parece que deben reflexionar. Pero ojo, cerrar las calles también es legítimo si se hace por un tiempo determinado, coherentemente y con un reclamo válido que se pueda resolver en el corto plaza. Porque el Gobierno pretende que se proteste sin molestar, pero si estoy protestando es para llamar la atención. El Gobierno también habla de violencia pero es violencia que cuando estás protestando te caigan a tiros y que te amenacen. En todo caso, la protesta debe ser enfocada en lo social y debe ser inteligente.
- ¿Cuál es el principal error en la protesta que se hace en Altamira, El Cafetal, Chacao...?
- El error fundamental aparte de encerrarse en su urbanización es en cuanto al discurso. ¿Tú apoyarías a un perro con mal de rabia, que echa espuma por la boca? Hay gente en la oposición que no se da cuenta que en su indignación y molestia termina asustando a los demás, eso lo usa el Gobierno en contra de la misma oposición. La gente tiene que entender que estamos dando una lucha, no por conquistar el voto opositor, porque ese seguirá siendo opositor, estamos dando una lucha por conquistar la simpatía del público oficialista que está inconforme con el Gobierno. Cuando el público oficialista se sienta atraído por el discurso y las ideas que estamos planteando en la oposición entonces se va a dar el cambio. No podemos llegarle a ellos, que en el barrio tienen problemas de agua, delincuencia, que la escuela se les está cayendo, el gas que no llega, como un perro rabioso diciendo ‘se acabó esto, el castrocomunismo, y se va todo el mundo", así no. Tienen que entender que esto es una lucha a largo plazo, cuando entendamos eso dejaremos de cometer errores y hacer las infantiladas que estamos haciendo.
Histeria colectiva y grupos armados
- ¿Entonces no se piensa en la importancia del modo de protestar?
- Hemos estado hablando con la gente de los barrios y el comentario común es que toda la oposición está pasando por un estado de histeria colectiva. Razones hay de sobras para que la gente se sienta así porque la situación del país es terrible, ¿quién sufre más la escasez que la gente del barrio? Ahora en PDVAL nos dicen que tenemos que ir una sola vez a la semana para comprar productos, ¿quién sufre más que los que tienen que ir a las hospitales y ahora somos víctimas, porque somos una especie de ratas de laboratorio para el Gobierno en los hospitales como los Magallanes de Catia, donde ponen comisarios políticos para vigilar a nuestros médicos? En el barrio sí entendemos los problemas que hay en el país pero nuestra realidad es muy diferente. Y esto ya es una denuncia y algo grave con lo que tenemos que lidiar, porque pretenden amenazarnos y hablo de lo que llaman colectivos.
-¿Cómo se sienten los grupos motorizados armados en Catia?
- En estos días un vocero de VTV decía que los colectivos sociales cumplen con la función de contener a la oposición en los barrios. Los colectivos no están creados para amedrentar en Altamira, El Hatillo, El Cafetal, no. Los colectivos están creados para callarle la boca a los ‘Saverios', para callarle la boca a los dirigentes políticos en los barrios porque nosotros somos realmente los que tenemos el acceso a la llave que va a marcar la diferencia en la lucha política en este país. Si nosotros logramos abrir esa llave y que la gente se sienta sintonizada con el mensaje, por ejemplo, de Leopoldo López, pero que al final lo estoy llevando yo; ese mensaje que tiene Capriles, pero al final lo estoy llevando yo, esto cambiaría de una manera radical. El Gobierno tiene muy claro eso.
-¿Habla del "descontento silente" del que habla el politólogo Oswaldo Ramírez? Un descontento que no se exterioriza por esas amenazas de supuestos colectivos.
- No digamos supuestos, eso es una realidad. Pero tenemos la discusión de llamarlos colectivos, porque colectivos pueden ser cualquier cosa, cualquiera puede crearlo. Estamos hablando realmente de grupos delincuenciales que se organizan para protegerse. Estamos hablando de personas organizadas amparadas con carnets que le da patente de corso, con arma, para hacer atrocidades. Aun así la inconformidad no es tan silente. No todo son amenazas pero la reacción de los oficialistas del barrio cuando hay una protesta es preguntar a los manifestantes ¿es una protesta social? Y usted sale diciendo, sí si es social, no pasada nada, pero si la protesta es política de seguro habrá intercambio fuerte verbal, luego amenazas y hasta enfrentamiento físico.
-¿Es decir, tienen que aclarar que es una "protesta social" y no una "protesta política" para que puedan manifestarse con tranquilidad?
- Si son denuncias específicas de falta de gas, una tubería, etc, no hay problema pero si es de otro tipo la protesta ten la seguridad de que tendremos al colectivo "tal" allí, hay algo muy triste, importado de Cuba, que es que tenemos a vecinos encargados de informar a los colectivos que la comunidad está haciendo una protesta política.
-¿Qué tanta gente sale a protestar allí?
- No es ningún grupito pequeño que está en contra de todo esto en Catia, como asomó el alcalde Jorge Rodríguez. ¿Va a decir él que más de 94 mil votantes en las últimas elecciones presidenciales en Catia son una pequeñez? Una población que tiene más de 30% de la votación del municipio Libertador. Una relación de 130 mil a 94 mil ¿somos insignificantes los opositores? no. El problema es que ellos prefieren ignorar la queja antes de tomarla.
-¿Hay miedo?
- En los barrios hay miedo de protestar, pero hemos sentido tanto tiempo miedo que ya algunos somos indiferentes y eso nos lleva a cometer errores. A nosotros se nos ocurrió una vez hacer un mitin frente a la sede del Partido Socialista, y allí recibí un entretenimiento de cultura, como dicen ellos que hacen, y me dejaron costillas fracturadas, e inconsciente, pero poco a poco vamos perdiendo el miedo. Hay vecinos del Oeste que han ido para el Este a protestar porque nosotros vivimos bajo un estado represivo que no nos permite expresarnos políticamente, cuando vamos a votar vemos tipos armados vestidos de rojo, cuando salimos del centro recibimos insultos, tenemos que estar justificando a ellos por qué salimos a protestar. Los voceros de la oposición advierten que se está creando un estado represor y resulta que ya existe en los barrios. En el Este no han entendido que no van a sacar al Gobierno con esas protestas, falta más de las zonas populares.
0 comentarios:
Publicar un comentario