Saverio VivasUtopía es un término creado en el siglo XIV por el pensador ingles Thomas More, para designar en una de sus obras literarias, a una comunidad ficticia cuya organización política, económica y cultural contrasta en numerosos aspectos con las sociedades humanas de su época.
En dicha obra (Del estado ideal de una república en la nueva isla de Utopía) publicada en 1516, Tomas Moro (nombre castellanizado) describe lo que a su modo de ver es Utopia, una republica ideal. Entre otras cosas la describía como una comunidad pacífica, donde se establecía la propiedad común de los bienes, el voto popular, el liderazgo patriarcal, la obediencia de la mujer a los hombres, la prohibición legal del divorcio y adulterio, la obligación social del trabajo colectivo en el campo, y la promoción del tiempo libre a la lectura y las artes.
Naturalmente que la Utopia de Moro no despierta ninguna simpatía en las mujeres occidentales de las sociedades modernas, ni tampoco entre mentalidades liberales, pero ciertamente fue a partir de esa concepción imaginaria que se acuño el término utopia que luego evolucionó para designar la proyección humana de un mundo idealizado.
En un lenguaje sencillo, utopia es algo que no existe, o dicho de otra forma, algo que existe en un “no lugar”.
Venezuela y Utopia
Hablar de utopia es importante, porque a los venezolanos nos gusta mucho. En esa republica imaginaria, por ejemplo, están ubicadas populosas ciudades como “El carajo”, “El toño e la madre” y otras mas donde coloquialmente nos gusta mandar gente, o irnos nosotros mismos. Sin temor a equivocarme, no existe ningún venezolano que no haya amenazado con irse a “El carajo”, y por ello no es difícil imaginar que allí se vive del turismo nacional.
En Utopia también se encuentra la republica bolivariana que reseña diariamente el imparcial, distinguido y veraz periódico "Vea" del gobierno nacional. Y por si fuera poco, Utopia tiene grandes extensiones territoriales donde se realizan los planes de muchos políticos nacionales.
Pensar en Utopia no tiene nada de malo. Pero tratar de imponer a la gente del mundo real las maravillas de esa republica, generalmente es desastroso. El caso del marxismo soviético es un ejemplo destacado. Y localmente la revolución del presidente hace esfuerzos para comprobar científicamente que un país puede ser arruinado por esas ideas utópicas… Ojalá nuestro comandante Chávez no fuera tan científico, y confiara en los hechos históricos. Pero su gran curiosidad y amor a las ciencias, lo llevan a comprobar ideas de utopia con este gran experimento nacional que impulsa.
Las primarias
Una idea de utopia que en los últimos tiempos me ha llamado poderosamente la atención, es la propuesta de hacer primarias en todos el pais, como las que realizan en uno de los pueblos de Utopia. Específicamente en Leopoldia…
Allí cada cierto tiempo toda la sociedad hace rifas y fiestas para recaudar fondos para pagarle al consejo nacional electoral, la organización de un proceso electoral para definir a candidatos. El proceso es bueno, porque promueve nuevos liderazgos y combate a las elites establecidas en ese sistema político… ¡A mi me gusta lo que ocurre en Utopia!... ¿Y a quien no le agradaría?...
Pero si en la Venezuela de Chávez tratáramos de hacer primarias como en Utopia, tendríamos graves problemas para recaudar fondos para la propuesta, pues todos los aduladores del presidente se matarían por mostrarse como esbirros contralores de cada locha recaudada por la oposición. El CNE con sus militantes del psuv, encantados de la vida crearían una gran base de datos nacional con los nombres de todos los opositores y disidentes del país. Ante la posibilidad de una nueva lista Tascon, en esas elecciones solo iría a votar una minoría irrisoria… Y finalmente lo mas decepcionante es que las primarias no promoverían nuevos liderazgos como en Utopia, porque estas serian ganaras por los candidatos que cuenten con el billete gordo de poderosas familias, intereses económicos, y elites políticas establecidas… De modo que para mi, las primarias son para nuestros niños, pero no para salir de nuestro totalitarismo o dictadura (como les guste llamar al proceso).
En todo caso, esto no significa que este de acuerdo con el consenso de nuestras elites políticas, ni de esas otras elites que pintorescamente se hacen llamar sociedad civil. Es terriblemente reprochable que cada partido ya tenga a sus bates quebrados para la elección legislativa, y que acusen frescamente al señor de las redes, de divisionista o antipolítico. El tiene el mismo derecho que los otros de hacer su lista. Porque no nos caigamos a embustes, los promotores de la primaria de oposición también tienen su lista.
Respetando mucho a los que promueven las primarias, confieso que sin ser Michael Jackson ¡Yo sueño con primarias!, pero por favor ¡díganme como hacerlas!
Mas allá de lo jocoso, invito a un debate serio sobre el tema.
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