La misión Mercal es un programa social instaurado por el presidente de Chávez, con la finalidad de ofrecer alimentos a precios solidarios, a gente de escasos recursos económicos. La oferta se realiza a través de una red nacional de bodegas, mercados y supermercados, en los cuales se rompe la cadena intermediaria entre el productor y el consumidor, con lo que se logra un abaratamiento significativo de los costos finales de los productos alimenticios.Es indiscutible que Mercal es uno de los grandes aciertos del gobierno nacional en materia social. Gracias a esta misión, millones de venezolanos han enfrentado la crónica crisis económica nacional con más desahogo. Pero lamentablemente, los días de Mercal están contados. Alguien, aparentemente el ministro de alimentación, esta ordenando el cierre gradual de la red Mercal, y la misma esta siendo sustituida por un mejor negocio con precios más elevados: la red PDVAL.
El cierre de las bodegas, mercados y supermercados mercales, no es una especulación. En todo el territorio nacional la cadena esta desapareciendo. Pese a que la crisis económica se ha agudizado, y la inflación esta haciendo estragos en los bolsillos de los más necesitados, descaradamente voceros del ministerio de alimentación argumentan que "la misión ya cumplió con su misión".
Este asombroso argumento que deja boquiabierto a cualquier vecino de nuestras barriadas populares, recientemente fue escuchado personalmente por este redactor, durante una protesta ciudadana contra el inminente cierre del supermercado Mercal del núcleo Endógeno Fabricio Ojeda de Catia. Ante la pregunta popular de si acaso la gente había dejado de tener necesidades alimenticias como para cerrar Mercal, la alegre respuesta de los voceros fue que “unos críticos al cierre son de oposición y por tanto no pueden opinar, y que otros son traidores al proceso por criticar”. Afortunadamente en aquella protesta, el despertar de la conciencia ciudadana de los catienses que indiscutiblemente ha ocurrido en estos últimos 10 años, hizo que la replica popular fuera unánime y con mucha seguridad: “Cuando el hambre ataca al pueblo no pide carnet partidista, y Mercal es un servicio que alivia las necesidades de todos”.
Desgraciadamente, detrás de todos ese accionar esta una terrible lucha de intereses entre los proveedores de la cadena Mercal y proveedores de la cadena Pdval, actores de un conflicto que hasta ahora ha acumulado oscuras crónicas conocidas por toda la opinión publica nacional. El desarrollo de los acontecimientos, y la intención declarada de dejar a la red Mercal reducida a un programa de mercados ambulantes, avizoran lastimosamente que Mercal esta condenado a muerte. Y pese al repetido discurso oficial, no ha sido ninguna conspiración de la oposición quien a golpeado y condenado a la misión, sino los intereses económicos de un cogollo de burgueses vestidos de rojo, que consideran mejor, vender con los precios mas altos de Pdval, en vez de los mas bajos de Mercal.
El resultado final es el mismo. Con la desaparición de Mercal, la población venezolana perderá a un gran aliado en su lucha contra la inflación. Y como siempre, ningún actor perderá más que los excluidos ciudadanos comunes de las barriadas populares, que son en definitiva los que utilizan el servicio.
Ciertamente sabemos que estamos tocando peligroso intereses, y que nuestra denuncia no tendrá eco en las autoridades estatales, ni fiscalía, ni defensoría del pueblo. Pero nuestra responsabilidad ciudadana es denunciar para no hacernos cómplices de este absurdo. Y ¿por que no?, rezar porque algún influyente burócrata del gobierno entienda que “con la necesidad del pueblo no se juega”... Al menos así dice el socialismo en que creo.
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Es mi sincera intención que aquellos oficialistas que verdaderamente crean en el proceso político que defienden apasionadamente, apoyen de alguna forma a la misión Mercal. Ayúdennos a salvarla.
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