"¿Tiene usted la fortaleza mental para merecer su libertad?"En muchos sitios del país tenemos una privilegiada posición estratégica para ganarnos nuestra libertad el 23 de Noviembre. Sin embargo, aun no ha comenzado la parte crucial de la faena, y ya algunos andan llorando sin siquiera pelear… En líneas generales, parece que no tenemos la fortaleza mental para ganar…
Esta historia ilustra un ejemplo…
El muchacho estaba listo y alerta. Se encontraba en la puerta del corral de los caballos y con un lazo se disponía a lazar al potrillo que añoraba. “El que laces, es tuyo”, le había dicho el padre al carajito. El potro objetivo, era uno blanco, que por su fortaleza y velocidad, había sido bautizado: Libertad.
De manera que, el chamo añoraba ganarse a “Libertad”, y para ello había invertido bastante tiempo, practicando como lazarlo… Pero algo amenazaba su sueño… El mismo.
El padre personalmente abrió el corral, y los cuatro animales sintiéndose libres comenzaron a salir corriendo. Salió “Justicia”, salió “Esperanza”, salió “Diablo”, y quedo “Libertad” correteando de un lado a otro, mientras miraba a su pretendiente. El muchacho raudo y veloz se ubicó a la salida del corral. Libertad amenazaba con salir, pero no podía. La posición elegida por el joven era ideal. Desde allí podía intentar lazar al potro, y si fallaba, manteniéndose alerta, podía intentarlo nuevamente.
De repente, en el instante perfecto, el chamo lanzó su lazo… Pasó cerca del cuello del animal, pero falló… Y entonces ocurrió lo que todos temían… Sintiéndose derrotado, el joven en vez de sobreponerse he intentarlo de nuevo, comenzó a quejarse del mal lazo que había elegido. Pateo el suelo con rabia, y descuidadamente abandono su estratégica posición, al caminar hacia un lado mientras recogía el lazo, y se preocupaba por las miradas de los peones que lo observaban en su prueba… Libertad, escurridiza como siempre, hizo un amague, esquivó al muchacho y salio corriendo victorioso y relinchante.
Mientras libertad se escapaba, todos los peones comenzaron a retirarse rápidamente, porque sabían lo que venia... El joven gritaba, y lanzaba rayos… Se quejaba de todo lo que le había perjudicado… El padre lo miró con frustración y de repente lo increpó: “¡Muchacho escuálido! todavía no te mereces a Libertad... ¡Deja de ser tan bolsa, y aprende a no rendirte sin pelear!...”
El muchacho, quedó impactado con las palabras de su padre… Palabras que jamás olvidaría…Pasaría todo un año antes que el padre le diera una nueva oportunidad de ganarse a Libertad, pero el viejo sabía que ese tiempo era necesario para darle fortaleza mental a su hijo… Cuando el nuevo chance llegó, el joven enfrentó a un animal más experimentado y mañoso… Y aunque tuvo que intentarlo varias veces, esa vez tendría la fortaleza mental para sobreponerse a los errores y merecer su “Libertad”...
¿Y usted?... ¿Tiene la fortaleza mental para merecer su libertad?
Tenemos solo días para llamar a capitulo, a la mayor cantidad de venezolanos. No es hora de ser escuálidos, es hora de ser fuertes y luchar por el derecho a tener alcaldes y gobernadores eficientes, y verdaderamente revocables... Es hora de hablarle claro a la gente, y recordarles que en este sistema, un gobernador, alcalde o concejal del psuv es irrevocable, pero nuestros candidatos si lo son... Nuestros candidatos son una buena razón para arriesgarse. Son una buena carta de cambio.
Tenemos solo días para lograr que la gente cercana a nosotros se convierta en guerreros de su propia libertad. Tenemos solo días para recordarle a la gente que ellos son hijos de libertadores.
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