Son increíbles las imágenes de destrucción que reinan en Catia… En algunas zonas, las panorámicas evocan a la ciudad de Alepo en Siria,arrasada por los bombardeos de la guerra civil. Pero en Catia, la destrucción sistemática es causada por la alcaldía de Caracas, cuya tropa de contratistas -enchufados, raspa desesperadamente la olla de los dineros de la alcaldía, ante la posible caída de Jorge Rodríguez y su cerrada élite en Libertador.
Los contratistas de la Alcaldía de Caracas, saben que el fin esta cerca, pero los esbirros radicales de la élite roja, se sientes seguros en Catia. Los enchufados dan como hecho que ganaran en Catia,pues “Catia es nuestro territorio” dicen arrogantes… A los enchufados del gobierno, no les importa destruir sitios públicos para iniciar obras y dejarlas paralizadas meses, a la espera de mas dinero. No les importa, porque se sienten cómodos electoralmente, y porque confían que Catia es un pueblo manso al que tienen bien amarrado con bozales de arepa.
La censura mediática da mayor seguridad política a los enchufados del gobierno. Como los medios comunicación se autocensuran por miedo a represalias,el obrero que va y viene todos los días, por una misma ruta, del trabajo al hogar, no se entera que a solo cuadras de su ruta, reina también el mismo caos que ve diariamente.
La complicidad oficialista es una vergüenza en Catia. Los enchufados del “PARTIDO”, los que se repartieron los cargos de los consejos comunales, los que manejan los programas de bolsas de comida, los que hacen censos y censos y mas censos inútiles, los que le organizan las visitas y giras a los enchufados mayores de la élite roja, esos enchufados locales se han vuelto contra los intereses del pueblo: Son un problema moral... Por todos lados los vemos, como una suerte de policía política, vigilan al pueblo de Catia,y lo regañan y amenazan cuando se queja de la escasez, inseguridad, desempleo, destrucción vial, o corrupción...
No podemos seguir así...
No podemos seguir viviendo sometidos a intereses personales de los camisas rojas. No podemos seguir aguantando el desprecio de una élite y sus esbirros, mientras nuestros hijos, tienen que crecer en una literal zona de guerra. Tenemos que detener el bombardeo de la corrupción, y decidía oficialista en Caracas. Tenemos que quitarles a los enchufados, la confianza que sienten para destruir y dejar terminar sin terminar las obras. Ya ni en periodos electorales tiene el recato de disimular como roban al pueblo...
El castigo a los enchufados lo daremos el 8D. ¡Pá que respeten al pueblo!
¡Caracas cuenta contigo!
Saverio de Catia
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