Ayer, unos 150 voceros de estos grupos sociales oficialistas, durante una asamblea para conformar el Comité Promotor de ese nuevo Polo Patriótico, se quejaban de los mismos males que cualquiera de esos grupos sociales opositores dentro de la MUD.
"Tienes que obedecer. YO soy la Unidad" |
Y éste es el resto.
“En Venezuela un movimiento social puede ser un matrimonio que tiene registrado una ONG”, reflexiona críticamente Teodoro Petkoff, mientras predice que el Gran Polo Patriótico (GPP) que supuestamente esta organizando el oficialismo (con la participación de “grupos y movimientos sociales”, es la reedicion del pasado Polo Patriótico que fracaso cuando el PSUV se aburrió de tener que escuchar y consultar a los pequeños. Y no deja de ser interesante descubrir que efectivamente los dos grandes bandos en conflicto, sufren del mismo mal burocrático.
Ayer, unos 150 voceros de estos grupos sociales oficialistas, durante una asamblea para conformar el Comité Promotor de ese nuevo Polo Patriótico, se quejaban de los mismos males que cualquiera de esos grupos sociales opositores dentro de la MUD.
"El Polo se construye desde abajo, desde las bases y en la calle", decia Erick Rangel, representante del Movimiento de Pobladores que agrupa, entre otros, a los Comités de Tierras Urbanas, la Red de Inquilinos, Pioneros, Ocupantes y Conserjes.
"El Polo Patriótico debe expresar los anhelos de las bases con carácter unitario para hacer frente al entramado burocrático. La base expresa la verdadera militancia combativa",decia Gustavo Martínez de la Marea Socialista.
Independientemente de las palabras, el proletariado opositor y el oficialista, terminan hablando un mismo lenguaje crítico contra sus respectivas macollas burocráticas (los partidos, la elite burguesa, o cogollo) que les impone criterios en nombre de la unidad.
Así pues, en la oposición y el oficialismo, la unidad termina siendo un encuentro para someterse a la voluntad de una elite burocrática, en vez de ser un encuentro para coincidir. En ambos casos, la participación se convierte en un saludo a la bandera, y la unidad termina siendo un chantaje para exigir a los pequeños que no chillen por las decisiones de la élite.
Este asunto tampoco es exclusivo de la política venezolana. En España por ejemplo, los Indignados exigen un sistema democrático con participación más directa, sin representación de esos “distinguidos lideres de los partidos” que se proclaman voceros permanentes del pueblo.
Naturalmente que en Venezuela, ni AD, ni UNT, ni PJ, ni PSUV, ni ningún partido político venezolano, renunciara a su poder para “caciquear” al proletariado que maneja, pero la negativa al cambio, de esas elites políticas, no puede ser freno a las aspiraciones y rebeldía de la gente.
Si queremos una mejor democracia con mayor participación, hay que tener la valentía para enfrentar a las elites política para que nos permitan implementar nuevas alternativas de participación democrática. Hay por ejemplo, que tener el valor de decirle a los turistas electorales que las elites envían a las regiones como sus candidatos oficiales, que se devuelvan por donde vinieron, porque el pueblo local asumirá su propio destino, y no se requiere de los enviados especiales surgidos de las negociaciones y reparticiones de torta política.
¿Tenemos ya la madures y valor para asumir con valentía nuestro liderazgo y destino politico?... Yo espero que si.
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